La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que uno de los factores determinantes de la violencia persistente en Guanajuato es la prolongada permanencia del exfiscal Carlos Zamarripa Aguirre, quien ocupó el cargo durante más de diez años. Según ella, su gestión dejó “mucho daño” al estado, lo que influyó de forma directa en las condiciones de seguridad.
Durante su conferencia matutina, la mandataria destacó además que la violencia se agrava por la pugna entre grupos delictivos que operan en la entidad. Esos enfrentamientos entre bandas han sido, en su opinión, un elemento central en los altos índices de criminalidad registrados en los últimos años.
Aseguró que, aunque el gobierno federal apoya a todas las entidades por igual, es necesario reconocer que “las características del propio estado” y las decisiones pasadas en procuración de justicia tienen un peso especial en la crisis de inseguridad actual.
Finalmente, insinuó que el relevo en la fiscalía y el reforzamiento de políticas de seguridad podrían formar parte de la estrategia para revertir la violencia, aunque advirtió que la problemática es compleja y requiere un análisis profundo del contexto social y de la estructura criminal en Guanajuato.
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